Charlie Melnik: una dedicatoria



«Por esos días, Hernández se reencontró con muchas otras personas y, como conocía a tantos, en julio aún lo seguía haciendo. El 30 de ese mes se vio con Iván Hofbauer, su vecino y amigo de siempre, en la avenida Seis de Agosto. Al verlo, el poeta le dijo:
—Ya sé hablar alemán sin faltas de ortografía.
—¿Y cómo es eso? —preguntó Iván.
—Perfectamente —contestó Hernández.
Luego fue a su casa, sacó un ejemplar de Charlie Melnik, escribió una dedicatoria, lo entregó y siguió su camino».




De las páginas de La armonía de H, vida y poesía Luis Hernández Camarero.

Rafael Romero Tassara. Jaime Campodónico / Editor. 2008.