La apertura


Si una característica define a la obra más conocida del poeta Luis Hernández Camarero es el movimiento. Sus trazos coloridos no cesan de aparecer, y por qué no, de desaparecer. Dado el volumen y diversidad de materiales que usó para escribir ésta obra durante la década de 1970 –que van desde cuadernos escolares, pasando por pañuelos, collages, paredes, papeles sueltos y etcétera-, toda colección que se considere completa siempre correrá el riesgo de perder dicho título tarde o temprano, debido a que en algún momento puede[n] aparecer un[os] manuscrito[s] que cambie[n] el panorama. Usando ideas que van desde el buen aprendizaje de la poética de Stéphan Mallarmé, pasando por el James Joyce de working progress, las teorías de obra abierta de Umberto Eco y, en fin, varios otros referentes; Hernández supo crear una obra que se retroalimeta por si misma como si de un artefacto autónomo y con vida propia hablaramos, pues las piezas literarias no censan de re-componer una y otra vez Vox horríosna. A la fecha, enero de 2008, se desconoce aún cuál es su exacta dimensión; solo se sabe con seguridad que fue escrita en una multiplicidad de materiales y que no está quieta, tal como lo dejan ver éstas pequeñas muestras [algunas de ellas inéditas].




[Intitulado]: copia de poema escrito en hoja de agenda que data de 1972, sin embargo, no se puede asegurar que esa sea la fecha de creación: Hernández pudo hacerlo después, pues tal como reza una de sus líneas respecto a los poemas «no es verdad que una vez escritos éstos pierdan su vida» y de allí que le encantara abolir el tiempo con este tipo de juegos simbólicos, tal como lo hiciera al usar páginas que refieran temas musicales y con ello lanzara al espacio simbolismos sobre armonía del mundo.


[Intitulados]: copias de trazos del poeta.



[Intitulados]: reverso de los títulos de médico del Doctor Luis Hernández Camarero.


Detalle pared de lo que era el cuarto de Teodora Horna, la ahora ancianada nana de Hernández, en el domicilio familiar en la avenida Seis de Agosto, distrito de Jesús María. Este lugar LH lo llenó de poemas e ilustraciones hechas con plumones, temperas o crayones. A la fecha ya no existe.